EL CRIMEN ORGANIZADO ESTÁ DESTRUYENDO LA AMAZONÍA. ASÍ ES CÓMO LO HACE.

En la última década, un catálogo de organizaciones criminales ha expandido sus tentáculos a través de la Amazonía, contaminando el medio ambiente y violentando a las comunidades locales. El resultado? Más del 65 por ciento de la zona más biodiversa del planeta vive atrapada entre altos niveles de violencia y estados ausentes, según Amazon Underworld, un proyecto periodístico que investigó cada rincón del lugar.

Texto: Josefina Salomon / Edición: Ronna Rísquez /Ilustración: Sergio Ortiz Borbolla

QUÉ, DÓNDE, QUIÉN, POR QUÉ

  • La Amazonía es el ecosistema más biodiverso del planeta, su salud es esencial para la regulación del clima mundial.
  • Investigadores de Amazon Underworld encontraron que organizaciones criminales controlan el 65 por ciento de la Amazonía.
  • Poderosas grupos criminales de Brasil y Colombia controlan la producción y tráfico de cocaína y oro, con lo que contaminan el medio ambiente y subyugan a comunidades locales.
  • El aumento del precio y demanda de la cocaína y el oro, sumado a la falta de presencia estatal efectiva han creado una “tormenta perfecta”.
  • Los gobiernos de Brasil y Colombia están liderando un esfuerzo para enfrentar la crisis. El abordaje regional es clave para la solución, dice Amazon Underworld.

 

¿QUIERES SABER MÁS?

QUÉ

1. Amazonía. Es el principal bosque tropical del mundo y conecta nueve países de América del Sur. Sus siete millones de kilómetros son hogar del ecosistema más diverso del planeta, con la mayor cantidad de especies de plantas, aves, animales, insectos y el río más amplio. Es, además, el lugar donde viven la mayor cantidad de comunidades indígenas “no contactadas”. Su ecosistema único funciona como una reserva de carbono que ayuda regular el clima global.

2. 65 por ciento. Es la cantidad de territorio de este bosque tropical que Amazon Underworld estima bajo el control de organizaciones criminales. Según la investigación, estos grupos llegaron a la zona para dominar lucrativas rutas de tráfico de cocaína (después de todo, los dos principales países productores están allí) y se quedaron con la minería ilegal de oro, actualmente uno de los mercados ilícitos más rentables del mundo. Las dificultades de acceso lo hacen un lugar perfecto para el crimen.

3. Cocaína y Oro. Estas economías ilegales van de la mano en la Amazonía. El cultivo de coca y la producción de cocaína ha ido en aumento en los últimos años y transformó la zona en un centro global de producción y transporte. El oro ilegal, por otro lado, es atractivo para traficantes porque facilita el lavado de las ganancias del narcotráfico, es fácil de transportar, y mantiene su valor, aun en momentos de alta incertidumbre. Además, su tráfico conlleva penas menores que la comercialización de drogas ilícitas.

4. Medio ambiente. Hay muchas formas en las que las organizaciones criminales destruyen el medio ambiente. La producción de cocaína requiere de tierra para el cultivo de su principal ingrediente, la hoja de coca, pero también usa químicos extremadamente tóxicos en la producción de cocaína. Lo mismo ocurre con la minería ilegal, que usa mercurio, un tóxico que afecta la flora y la fauna y a las comunidades locales. Eso no es todo. Grupos criminales invierten sus ganancias en negocios que contribuyen a la destrucción ambiental, incluyendo el sector agricultor y de ganado, según un informe reciente de la oficina de Naciones Unidas para las Drogas y el Crimen.

5. ¿Y el Estado? Expertos coinciden que la limitada, o inexistente, presencia estatal en las zonas más remotas, y estratégicas, de la Amazonía abre la puerta para que las organizaciones criminales tomen su lugar. La falta de presupuesto estatal también juega un papel importante. “Hay una gobernanza transfronteriza criminal a mano de grupos armados en la Amazonía que genera tanto lucro que tienen un presupuesto anual, muchas pero muchas veces más grande que los presupuestos de los estados para combatirlos,” Bram Ebus de Amazon Underworld dijo a In.Visibles.

DÓNDE

1. Brasil. Es el país con mayor extensión de tierra dentro de la Amazonía. En los últimos años, poderosas organizaciones criminales de Rio de Janeiro y Sao Paulo –el Primer Comando de la Capital (PCC) y el Comando Vermelho (CV)—han avanzado en la región, enfrentándose para competir por territorios estratégicos con poca presencia del estado. La violencia ha sido trágica para las comunidades locales. En 2020, por ejemplo, la Amazonia de Brasil registró la tasa de homicidios más alta del país (29.6 por cada 100,000 habitantes, comparada con el promedio nacional de 23.9 por cada 100,000 habitantes), según datos de Info Amazonía. Las tasas más altas se corresponden a las municipalidades que sufren mayores niveles de deforestación.

2. Colombia. La situación en Colombia, el principal productor de hoja de coca y cocaína del mundo, ha cambiado en 2016, cuando el gobierno firmó un acuerdo de paz con la que en ese momento era el grupo guerrillero más poderoso de la región, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC. El grupo era el que controlaba la Amazonía en el país y cuando 13,000 de sus combatientes dejaron las armas, crearon un vacío de poder por el que una cantidad de grupos ahora compiten, violentamente.

3. Perú. El aumento de los cultivos de coca en el segundo país productor del mundo ha redibujado algunas de las dinámicas criminales locales, particularmente de las comunidades indígenas que viven en las zonas de cultivo, producción y tráfico, según reveló un reportaje de Amazon Underworld.

4. Venezuela. La mineria ilegal de oro es la estrella del mapa criminal del país, con la mayoría de las minas que existen en la zona de la Amazonía controladas por organizaciones guerrilleras Colombianas, incluyendo el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Estas organizaciones aprovechan la tormenta perfecta que ofrece un país con un estado hundido en la corrupción y una población que, víctima de una profunda crisis humanitaria, se ha transformado en mano de obra barata.

QUIÉN

1. Grupos Criminales. El mapa de actores criminales en la Amazonía es amplio y complejo. Organizaciones con un largo historial criminal en sus propios países – incluyendo el PCC y CV de Brasil, el ELN de Colombia—luchan entre sí y con sindicatos más pequeños para controlar sectores estratégicos de la Amazonía. Mientras que grupos más grandes logran generar dinámicas de control en comunidades, la cadena de producción y distribución está muy fragmentada. Las organizaciones funcionan como empresas, en las que cada actor está a cargo de un aspecto del negocio. Esto los hace más efectivos y resilientes: si una parte de la cadena se cae, hay otra lista para reemplazarla y el negocio, continúa.

In.Visibles. La Amazonía existe en el corazón de la región más desigual del planeta. Entonces, no debería sorprender que las organizaciones criminales cuentan con una oferta inagotable de mano de obra barata. Así, campesinos y comunidades indígenas hacen las veces de cultivadores, productores, y transportadores, entre muchas otras funciones, existiendo entre la violencia y la falta de políticas sociales del Estado. “La pregunta es: si no se dedican a esto, ¿a qué se podrían dedicar? Es un análisis complejo que define una realidad compleja pero que evidencia que el crimen organizado aprovecha estos escenarios en donde el Estado no quiere actuar o no quiere hacerse presente,” dijo Pamela Huerta, una de las periodistas de Amazon Underworld en Perú. El reclutamiento forzado también ha sido común así como la violencia contra quienes levantan la voz contra las organizaciones criminales.

3. ¿Tormenta perfecta? Al creciente interés internacional sobre la Amazonía ahora se están sumando los líderes de la región. En particular, los presidentes de Brasil y Colombia, los dos países con las mayores economías de la región, están al frente de un nuevo intento de salvar la Amazonía. En la última reunión de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica hicieron una serie de compromisos para avanzar en esta agenda. El desafío, dicen los expertos, será implementar estrategias que logren competir con el espíritu innovador de las organizaciones criminales.