Carolina Sampo

CAROLINA SAMPÓ: “A LA SOCIEDAD LE CUESTA PENSAR QUE UNA MUJER PUEDA LIDERAR UNA ORGANIZACIÓN CRIMINAL”

El análisis sobre el rol de las mujeres en las organizaciones criminales está permeado por estereotipos. La investigadora Carolina Sampó reflexiona sobre cómo estos impactan en la forma en la que los gobiernos desarrollan posibles abordajes.

Texto: Josefina Salomón

Las mujeres juegan roles cada vez más prominentes en las organizaciones criminales que operan en América Latina. Sin embargo, este sigue siendo un fenómeno poco estudiado. Esta falta de información y análisis limita la discusión sobre las políticas públicas más efectivas para abordarlo.

“Es como mirar el árbol y no el bosque,” dice Carolina Sampó, investigadora adjunta del Conicet, fundadora y miembro de la junta directiva de Amassuru, quien desde hace años analiza los roles que las mujeres cumplen dentro de organizaciones criminales.

Explica que esto se da, en parte, porque las sociedades, y los gobiernos, tienen dificultad en ver a las mujeres como capaces de ser violentas, o perpetrar maldad, de salirse de sus roles tradicionales de cuidadoras.

Hablamos con Sampó – quien liderará el primer panel del seminario internacional organizado por AmassuruEl crimen organizado en América Latina desde un enfoque feminista” el 22 de noviembresobre las maneras en las que las mujeres se involucran en el crimen y la efectividad de las políticas públicas para abordar estas dinámicas.

In.Visibles (IV): ¿Cómo se diferencian los liderazgos criminales a manos de mujeres y varones?

Carolina Sampó (CS): Hace un tiempo, con Valeska Troncoso y Antonella Paparini, hicimos una revisión de sentencias de casos de mujeres que lideraban organizaciones criminales en América Latina. Lo que encontramos es que las mujeres tienden a ser más discretas que los hombres y eso es lo que les permite pasar mucho más desapercibidas, perpetuarse en el poder y seguir llevando adelante sus negocios, en muchos casos, sin ser identificadas por las agencias de seguridad, y aun cuando son identificadas, muchas veces resulta difícil conseguir pruebas para enjuiciarlas.

IV: ¿Cómo se explica eso?
CS:
Pienso que se explica a través de los estereotipos. Hay una parte de la sociedad, heteropatriarcal, a la que le cuesta pensar que una mujer sea capaz de llevar adelante una organización criminal, lavar dinero, mandar a matar gente.

Por otro lado, cuando nos vamos de los mandos medios y altos para ver a los mandos bajos o al sector de la base de la pirámide, lo que vemos es que son mujeres en situaciones extremadamente vulnerables, que en muchos casos no tienen otra opción más que participar de alguna manera de este tipo de negocios, negocios de subsistencia. Ahí la respuesta de los estados es el encarcelamiento, la condena y aquellos estereotipos no interfieren.

IV: O sea que en todos los casos juegan los estereotipos…

CS: Sí, probablemente para bien y para mal y al mismo tiempo los hombres son sujeto de una visión menos estereotipada. O al menos es otro tipo de estereotipo. Los hombres son vistos como los que pueden ejercer la violencia fácilmente, desarrollar negocios y pensarlos maravillosamente de forma creativa, cuando en realidad en muchos casos son las mujeres las que se encargan de esas cuestiones, de las cuestiones logísticas, de las cuestiones del manejo de agenda.

En la mayoría de las casas latinoamericanas, son las mujeres las que se encargan de organizar, de llevar adelante la economía familiar y demás. Entonces ¿Qué nos hace pensar que fuera del espacio privado, eso tiene que ser distinto?

"Las mujeres tienden a ser más discretas que los hombres y eso es lo que les permite pasar mucho más desapercibidas, perpetuarse en el poder y seguir llevando adelante sus negocios, en muchos casos, sin ser identificadas por las agencias de seguridad."

IV: ¿Cómo es el uso de la violencia que hacen las mujeres que están en esos mandos altos y mandos medios?
CS:
Hasta donde pudimos ver, es muy similar a la de los varones. O sea, no es que las mujeres tengan una conducta distinta, menos violenta, por ser mujeres y por estar en posiciones de mando. Al contrario, en muchos casos te diría que son hasta más violentas. Eso no quiere decir que sean ellas las que ejercen la violencia, sino que son ellas las que dan las órdenes.

IV:¿Hay países donde vean estas dinámicas más marcadamente que en otros?

CS: Hay países que se encuentran en un estadio más avanzado en cuanto a la criminalidad organizada. En el caso de México, por ejemplo, uno ve claramente mujeres involucradas en muchas organizaciones criminales, en diferentes roles, pero significativamente en tareas de lavado de dinero, por ejemplo. Nosotras hicimos una comparación entre el Cártel Jalisco Nueva Generación, de México y el Primer Comando Capital (PCC), de Brasil. Lo que descubrimos es que el caso de Brasil, hay como más reticencia a que las mujeres se involucren en negocios del crimen organizado, mientras que en Jalisco Nueva Generación es lo contrario. De hecho, la esposa del líder más importante, El Mencho, es en realidad la que tiene el poder, porque viene de una familia de narcotraficantes.

IV: ¿Qué casos de los que estudiaron te llamaron la atención?
CS:
Muchos. Uno es el de Leticia Rodríguez, que era policía federal en México. Y pasó de ser policía federal y darle a Joaquín “El Chapo” Guzmán, información sobre las rutas seguras para mover su mercancía hacia Estados Unidos a conformar su propio cartel y manejar buena parte del territorio mexicano, incluida un sector que les pertenecía a los Zetas, que eran una organización criminal sumamente sanguinaria y poderosa. Finalmente fue encarcelada. Otro caso es el de Griselda Blanco. En la serie que se hizo sobre ella parece que es hasta buena, pero en realidad era malísima. El tercer caso que me llama la atención es el de Emma Coronel, la esposa del Chapo Guzmán, no por ella en sí misma, sino por cómo la trata la justicia. La encarcelan por tráfico de droga, pero por una cantidad baja, pero por sobre todo, por lavado de dinero. Pero cuando la sentencian, le dan una pena baja, con el mensaje de que vaya a criar a sus hijas lejos del mundo del narcotráfico.

"Para entender cómo funciona una organización criminal, tenemos que entender a todos aquellos y aquellas que participan en esta organización criminal. Y si estamos obviando a una parte, que es cada vez más significativa, estamos equivocándonos con las políticas públicas que llevamos adelante."

IV: Estas son mujeres que se forjaron espacios de poder en países machistas de formas poco tradicionales.

CS: Sí, tal cual.  En algunos casos, sus roles como esposa o herma jugaron un papel importante porque les permitió acceder a un mundo que si no hubiera sido más difícil de acceder, pero no en todos los casos. Griselda, por ejemplo, no tenía vínculo con nadie, simplemente se buscó la forma de entrar y entró de a poco, primero facilitando y después haciéndose cargo como independientemente.

IV: ¿Hay alguna política que si esté funcionando y que tenga una perspectiva de género?

CS: Bueno, aparentemente es el caso de Costa Rica (donde a mujeres encarceladas por ciertos delitos de microtráfico se le dan penas alternativas a la cárcel). O sea, vamos a ver cómo funciona, pero la política de descriminalizar el microtráfico, aparentemente viene dando buenos resultados. Es bastante reciente, con lo cual lo que sabemos es que ha mejorado, por ejemplo, las condiciones de habitabilidad en las cárceles, mejorado la situación de las mujeres, sobre todo con hijos y está por verse en el tiempo, porque estas son cosas que se evalúan a mediano y largo plazo.

IV: Por último, has explicado que no entender completamente el rol de las mujeres en las organizaciones criminales, limita la forma en la que se entiende cómo funcionan las organizaciones.

CS: Claro. Es como mirar el árbol y no el bosque. Para entender cómo funciona una organización criminal, tenemos que entender a todos aquellos y aquellas que participan en esta organización criminal. Y si estamos obviando a una parte, que es cada vez más significativa, no sabemos cuánto, pero cada vez más significativa, estamos equivocándonos con las políticas públicas que llevamos adelante.

Esta entrevista ha sido resumida y editada para mayor claridad.

El seminario internacional, organizado por Amassuru: “El crimen organizado en América Latina desde un enfoque feminista” tendrá lugar en Buenos Aires, Argentina, el 22 de noviembre. Los detalles de suscripción y acceso a la transmisión del evento están disponibles aquí.